jueves, 23 de agosto de 2012

¿Que sabes del pasado de tu família?


5 octubre de 2024. 4:26h de la mañana.

Estoy en el coche de mis padres, mi madre conduciendo. Yo cantando con mi padre. Cuando de repente veo que estoy dentro de un coche aplastado, sangrando, mi padre con los ojos abiertos, cubierto de sangre y no se mueve. No puedo ver a mi madre. Estoy cubierto de arriba abajo de sangre, no siento un brazo y empiezo a decir socorro lo más fuerte que puedo. Veo como luces alrededor de mi, rojas, azules, blancas… Me quedo inconsciente. Cuando me despierto estoy en una camilla con una máscara de aire en mi cara. Intento abrir lo máximo que puedo los ojos para preguntar donde están mis padres. Que les necesito. Que me duele todo el cuerpo. Pero solo me dicen que me tranquilice y que me este quieto.

Grito. Era una pesadilla. Me despierto lleno de sudor y tengo la respiración acelerada. Me levanto de la cama y me voy al baño. Me mojo la cara y miro la hora. Las 6:02h. Me quedo sentado en la cama y pienso en la pesadilla. Por desgracia todo lo que he soñado es verdad. Lo sufrí de pequeño cuando solo tenía siete años. Todavía recuerdo como cubría la sangre el cuerpo de mi padre, recuerdo como sus ojos seguían abiertos mientras no se movía, recuerdo como mis padres no respondían cuando yo les decía que les quería y que volveríamos a cantar los tres juntos. Pero no respondían.
En ese momento no pude impedir llorar. Pero fui fuerte y paré enseguida. Volví a mojarme la cara, me quite toda la ropa y me metí en la ducha.

Cuando acabo de ducharme me dirijo a mi cuarto y me visto. Oigo una puerta abriéndose, y Kate que era mi tía y tutora no podía ser porque por la noche había salido y solía venir a la hora de comer. Reviso todas las puertas de la parte de abajo y las de arriba y todas estaban cerradas excepto una. El cuarto de mis padres. Nunca me había atrevido a entrar desde el accidente, pero parecía que era el momento de echar un vistazo.

La puerta solo estaba abierta un poco y era imposible que con ese hueco cupiera una persona a sí que me relajo un poco más. Abro la puerta muy poco a poco produciendo un chirrido ya que esta puerta no se abrió desde hace más de diez años. Me quedo de pie junto a la puerta y empiezo a escuchar maullidos de una gata debajo de la cama. Me agacho muy despacio me tumbo entero en el suelo y miro debajo de la cama. Ahí estaba, una gata embarazada y parece que iba a tener ya a sus cachorros. A sí que saco la gata de debajo de la cama, busco un par de toallas y un cacharro para poner algo de leche. Ya lo tengo todo a sí que me vuelvo a dirigir al cuarto de mis padres. Pongo las toallas debajo de la gata y me empieza a arañar, cuando ya no puedo aguantar de tantos arañazos dejo el cuenco con la leche al lado de la gata y me voy del cuarto dejando la puerta abierta.

Me quedo sentado en mi cama donde puedo ver desde ahí  la gata con su pulso acelerado encima de las toallas.

Mientras la gata esta en un rincón apartada del resto del cuarto, pienso como pudo entrar en casa si están todas las puertas cerradas y la ventana del cuarto a estado cerrada durante diez años y la puerta solo se ha abierto hasta ahora.

Miro la hora. 8:25 y no me acordaba de que había quedado con mi abogado para firmar unos papeles que tenían mis padres pendientes y Kate no había llegado todavía. 8:32 llaman a la puerta y Kate sigue sin aparecer. Abro la puerta.

-Buenos días señorito William- me da la mano y yo le invito a entrar.

-Buenos días, puede llamarme Will si desea- le digo para ir haciendo tiempo esperando a que apareciese Kate de una vez.

-Como usted desee pero prefiero seguir llamándole William si no le importa- asiento y el intenta buscar con la mirada a Kate.

-No busque, no está

-Pero acordamos que estaría aquí a las ocho y media ¿no? ¿O me he confundido de fecha?

- No no, ha venido el día correcto a la hora correcta, lo que pasa es que no ha llegado Kate, le debe de haber pasado algo, nunca llega tan tarde a casa.

- ¿Tan tarde? ¿A qué hora se levanta para que llegue tan tarde a las ocho y media de la mañana? Perdón no es asunto mío pero no podemos firmar los papeles si no está tu tutora legal, a si que vendré la semana que viene y espero que este Kate.

- Perdón por la molestia le prometo que la semana que viene no ocurrirá

- Pedir perdón es fácil señorito William pero espero que no vuelva a pasar, dentro de un par de días le volveré a llamar para aclarar el día y hora de la semana que viene ¿le parece bien?

- Si, todo claro. Espero que pase un buen día- le digo con la voz furiosa

Estaba tan cabreado que cogí el móvil y llame unas veinte veces a Kate y no me lo cogió ni una sola vez. Me olvidé por completo de la gata y subí lo más rápido que pude las escaleras hasta el cuarto de mis padres.

Cuando entro veo a la gata sin el pulso acelerado, relajada y con cinco gatitos a su alrededor. Me pregunte si los gatitos serian de alguien, así que me dirigí a la madre y miré que tenía un collar que ponía: Sweety. Y al lado había un reloj donde ponía la hora y el día en que estábamos.

Imprimí  unos cincuenta papeles donde había una foto de la gata y sus cachorros, el nombre y el color del pelo de gata, los colgué por todo el barrio y a un par de manzanas más lejos. También incluí mi número de teléfono para que me llamaran si son los dueños de la gata.

Volví a casa sobre las diez a sí que esperaba que estuviera Kate en casa esperando a que le riñese por no venir antes, sin embargo no había nadie en casa.

Subí al piso de arriba y me senté al lado de los gatitos y empecé a acariciarlos. Estuve una hora con ellos acariciándoles, dándole leche a la madre, dándoles algún ovillo de lana que tenia Kate por ahí. Después de un rato sonó mi móvil.
Baje lo más rápido que pude las escaleras para cogerlo que estaba en la cocina.

-¿Kate?- dije con el pulso acelerado.

-No, no soy Kate soy el dueño de Sweety, he visto el cartel y he llamado lo más rápido que podido ¿donde la puedo recoger?

-Pues apunte mi dirección y venga cuando usted pueda

Le dije mi dirección y vino media hora después a recoger a la gata y sus cachorros.
A las doce y veinte empiezan a llamar a la puerta dando golpes fuertes como si quisieran que fuera con urgencia. Cuando abro la puerta veo a Kate sentada en el suelo oliendo a alcohol y con ojeras.

-¿He llegado a casa verdad?- dijo ella, todavía seguía borracha

-¿Tú crees que son horas de llegar? Vienes borracha, es increíble que seas mi tutora.

La cogí por la espalda y por las piernas y la lleve directa a la ducha, sin quitarle la ropa la metí dentro y abrí el grifo con agua fría.

-Eh ¿qué haces? El agua está congelada déjame salir de la ducha ya-dijo gritando

-¿Qué te deje salir?- le cogí la cara para que me mirara directamente a los ojos- ¿Tú sabes que hoy teníamos a las ocho y media una cita con nuestro abogado? ¿Tú sabes que te elije a ti para que fueras mi tutora porque me querías? ¿Tú sabes que sin mi casa tú te quedas sin techo? ¿Tú sabes que tienes treinta años y se supone que tendrías que estar aquí todas las noches para cuidarme? ¿Tú sabes que con una simple llamada puedo hacer que te quiten de ser mi tutora e irte a la maldita calle y quedarte sin un maldito euro?- ella quito mis manos de su cara y se quedo mirándome con cara de culpa.

Salí del cuarto de baño cerrando la puerta lo más fuerte posible. Toda mi rabia la descargue en unas simples preguntas sin contestación.

Necesitaba ver una foto de mis padres para tranquilizar toda la rabia que llevaba encima, pero en vez de coger una foto de ellos de mi cartera volví al cuarto de mis padres. Antes cuando había encontrado a la gata no me había acordado de donde estaba pero ahora cada vez que veía alguna cosa de ellos me venían a la mente recuerdos del accidente.

Fui directamente al escritorio de mi padre donde se encontraban millones de papeles organizados en montoncitos. También había un marco con una foto de mi madre, mi padre y yo cuando tenía cuatro años. 

Abrí la ventana para que se aireara un poco ya que no se había abierto en años. Nada más abrir algunos de los papeles se cayeron al suelo. Los recogí per noté algo raro en la parte de abajo del escritorio, había como una especie de cajón pero que no se podía abrir y no tenia ninguna cerradura para meter llave, a si que intente meter para dentro el cajón y se abrió. 
 
Continuará…